Reseña: "El niño que robó el caballo de Atila"

Título: El niño que robó el caballo de Atila

 

Género: Narrativa, ficción

 

Páginas: 144

 

Edición: Tapa blanda

 

Autor: Iván Repila

 

Editorial: Seix Barral

 

Saga: No.

 

 

 

 

Sinopsis.

"Dos hermanos, el Grande y el Pequeño, luchan por salir del pozo en el que han sido confinados en mitad de un bosque. A pesar del hambre, no prueban el contenido de una bolsa de víveres que descansa en el fondo cenagoso del agujero. Se alimentan de lo que proveen las paredes húmedas y arcillosas, y beben agua con sabor a tierra. Que sobrevivan o no depende de su fortaleza y de su ingenio. A través de una trama sencilla de gran poder metafórico y de una prosa de enorme belleza, esta impactante fábula para adultos encierra una incisiva reflexión sobre la condición humana."

 

 

 

En este caso os que ha sido recuperada por la editorial Seix Barral y a la que debo de dar las gracias por el ejemplar, el cual he leído y ahora hago reseña del mismo.

 

Fue publicada con anterioridad por la editorial Libros del Silencio, pasando desapercibida. No es hasta ahora cuando Iván ha podido publicar Prólogo para una guerra cuando hemos puesto la mirada en sus anteriores obras.

Tras un afloramiento de las distopías, en este libro encontraremos un cronotropo. Es decir un espacio-tiempo lleno de una relación de fraternidad entre hermanos extrapolada a una cuarta dimensión creando una atmósfera especial y un determinado efecto sobre el lector.

Nos encontramos con una anécdota en un espacio y tiempo concreto que recuerda a un cuento popular por la poca cantidad de personajes y la sencillez de la trama. Sin embargo, en una segunda lectura, la cara alegórica. En ésta el hermano mayor es el pragmático, siendo el hermano menor el inocente y soñador.

Desde la primera perspectiva dos hermanos se ven atrapados en un pozo a 7 metros de profundidad con una pequeña maleta que contiene un trozo de pan, queso y tomate. No se alimentan de otra cosa que no puedan encontrar en la tierra, sin tocar el contenido de la bolsa.  En esa segunda perspectiva, el pozo pasa a ser un espacio económico, de supervivencia, y la madre un estado político que les conduce al abismo. 

 

La relación que los hermanos tienen en sus días dentro del pozo nos ofrece una visión peculiar de cada uno de ellos, más allá de la descripción física. A través del hermano grande y el hermano pequeño, sus reflexiones para con ellos mismos y para su hermano respectivamente puedes  observar el deterioro no solo físico sino psicológico y emocional. Lo real se mezcla con lo abstracto, las raíces con la rabia, por ejemplo.

 

Los hermanos son víctimas de un mal superior, un mal que no han buscado y del cual le es difícil salir, al menos encontrar soluciones. Su situación límite les hace poner a funcionar al máximo sus estrategias de supervivencia por lo que la trama está llena de hallazgos para dar un giro de vuelta a la misma. En esta historia tan dramática encontramos valores emocionales que se superan página tras página. Cada valor nos hace encontrar alguno otro, dando posibilidad de una espiral de sensaciones difíciles de encontrar fuera de la poesía.

 

Tras muchos delirios los hermanos encuentran fuerzas suficientes para terminar con la situación que viven, salir del pozo. Su desenlace es uno de los más sentidos que he leído. Es brutal.

Sensación de no querer acabar el libro y muchos párrafos y frases para el recuerdo y la relectura de esta novela.

 

Sin duda, un libro que tras leerlo no te deja indiferente y del cual se es capaz con solo nombrarlo de recordar sus detalles. El pozo y a dignidad humana elevada al cuadrado.